El Cine de Terror ha florecido a través de personajes e historias innumerables. Los vampiros forman parte del elenco estelar de este género y ya sea con base en su mito original (traído a la cultura occidental gracias a Bram Stoker, escritor de “Drácula”) o en cualquiera de sus variantes, que van desde lo esencialmente humano del vampiro como en “The Hunger” de Tony Scott, hasta lo más bizarro como en “Daybreakers” ; son películas que no a todos gustan (principalmente a los eruditos del arte cinematográfico)
Sin embargo, creo que no existe país alguno en el mundo con una industria fílmica que no haga o haya hecho por lo menos un promedio de 30 películas al año, de las cuales por lo menos una tenga a los Vampiros como figura central, ya sea en una comedia (“ Vampyre In Brooklyn”) o una poco atractiva (a mi gusto) historia pseudo-vampírica del también subgénero “gore”, como “l’intérieur”.
Hay que aceptarlo: el tema será hecho y rehecho de mil formas distintas, hasta que llegue el final de los tiempos ( si es que llega); y por lo mismo, sobre él, se pueden y podrán escribir volúmenes enteros. En estos volúmenes considero que habrá lugar para una de las series más exitosas del género: “Inframundo»
Inframundo: El Despertar (2012) , es la más reciente de una serie iniciada en 2003 por el director y escritor Len Wiseman, quien creó el personaje de Selene, interpretado por la inglesa Kate Beckinsale (con quien se casó posteriormente), el cual durante varias entregas ha sido el hilo conductor de una larga historia conformada por Underworld (2003), Underworld Evolution (2006) e Inframundo 3: La Rebelión de los Lycans (2009)
Aunque considero que El Despertar es una película entretenida y técnicamente muy bien realizada, llama mi atención más por un par de razones. Primero, porque sus productores y creador, después de 4 producciones, siguen (de alguna manera) manteniendo el cuidado y la injerencia de su escritor original (Wiseman), que si bien no es el director más que de 2 de las 4 películas, ha sabido sostener al personaje y en consecuencia a la historia, de una forma coherente dentro de su contexto, bien complementada y justificada.
La segunda razón es que sabe también mantenerse al margen, y con astucia, ha dado paso a que otros impriman en la serie su sello particular, enriqueciéndola de esta forma y, en definitiva, dándole las variantes y vitalidad que cualquier serial necesita para sostenerse con dignidad y ganancias, sin decaer.
Un día antes de ver El Despertar, vi las 3 anteriores películas ( que debo confesar que por una u otra razón no había visto nunca completas) y reitero: el respeto al argumento original se mantiene, la continuidad se logra, y el interés se mantiene vivo en el espectador, sin necesidad de recurrir a absurdos, o a torcer una trama de forma que se convierta en un auténtico fiasco.
No obstante que el filme evoca ideas que están muy de moda en estos días (por un momento me pareció estar viendo Resident Evil 4) como el exterminio y el contagio que azotan a la humanidad, el trabajo de dirección de los suecos Måns Mårlind y Björn Stein es bastante atractivo e intenso, y combinado con un buen diseño de arte, efectos especiales y postproducción de primera, hacen de esta una película que no considero que merezca ser despreciada.
Finalmente, creo que la historia se mueve en un terreno interesante, que maneja con una buena dosis de creatividad la relación entre las dos especies más relevantes del género y sus respectivas características y relaciones: el vampiro, que requiere sangre para vivir y el humano, que tiene esa sangre; aunque, por supuesto, el hilo central de la historia (desde un inicio y también en la parte número cuatro) ha sido la guerra entre las dos especies hermanas: los hombres lobo y los vampiros.
Desde Inframundo hasta El Despertar, las películas que narran el nacimiento de éstas dos estirpes y su lucha, a raíz de una activa participación humana (partiendo del personaje de Selene, que una vez fue lo que nosotros somos) no han sido calificadas tan bien como otras cintas del género. Sin embargo, hay que comentarlo, en los rankings internacionales los filmes de vampiros no tienen en general un gran puntaje.
El cuarteto de Len Wiseman ( si lo vemos como una sola película) no es quizás un clásico como Nosferatu, o una aclamada cinta contemporánea como Déjame Entrar (Sueca, que ya tuvo su versión refriteada en USA) No es ni por poco un homenaje al inmortal Bram Stoker, como los Drácula de Coppola o de Lugosi. Tampoco se acerca a la máxima originalidad y esfuerzo creativo de bajo presupuesto de Cronos que llevó a Guillermo del Toro a Hollywood.
De igual manera, Inframundo no ofrece una trama tan original como la de Perfect Creature, en cuanto a la relación de los vampiros con su comida predilecta; y afortunadamente no se trata de una historia tan caricaturesca como las secuelas de Crepúsculo, que son ejemplo de un serial fracasado.
Inframundo no es pues de mis favoritas, como 30 Días de Noche o Entrevista con un Vampiro, pero si no la has visto, puedo recomendártela con confianza.
Reversomedia 